¿CUÁL ES EL SIGNIFICADO DE?
No ha sido definido, se el primero en definirlo
DEFINELO TU MISMOPero estas palabras estan cerca:
Panamá
Sustantivo vulva. parte exterior de los órganos reproductivos de la mujer.
Base de una serie de expresiones con un significado diverso, dependiendo del del contexto de la frase o de la situación:
Le sacaron la chucha.(violencia) Le sacaron la mierda, lo apalearon, le dieron duro.
Te voy a sacar la chucha. (amenaza-advertencia) Ya me tienes cansado y te voy a poner en tu lugar. Quédate tranquilo, no me molestes porque te voy a romper la boca.
¡Chucha madre!...Tu estas seguro de lo que me estas diciendo. (sorpresa) La frase se pronuncia como una fuerte exclamación de sorpresa y casi silábicamente y con una pausa al final (CHU-CHA-MADRE...) . Se puede interpretar como: No lo puedo creer. No puede ser. ¿Qué es esto?
Chucha madre, el carro no arranca. (disgusto) Existen otras exclamaciones en Panamá que se usan también en sentido de disgusto como cuando algo no sale bien, tales como: chucha madre, ¡Pinga!, ¡vaya la verga!, ¡coño!. Se pronuncian en forma rápida y con decisión Todas estas expresiones son consideradas como palabras soeces de uso común entre gente de la calle con educación muy baja pero también son de uso excepcional entre personas educadas cuando se encuentran sumamente enojadas, es decir enchuchadas, del verbo enchucharse
Panamá
Ecuador
Te has preguntado alguna vez por qué una playa cambia tanto de aspecto según tenga marea alta o baja? Pues la causante es la Luna, que ejerce una atracción gravitatoria sobre nuestro planeta y determina que el caudal de las aguas ascienda o descienda en ciclos periódicos. Si no hubiera ningún astro alrededor de la Tierra, el nivel de agua no se alteraría. Pero la Luna influye hasta el punto de que su efecto es mayor o menor dependiendo de la posición en la que se encuentre
Una marea es el ascenso y descenso periódico de las aguas del mar. Se trata de un efecto producido por la atracción gravitatoria de la Luna y del Sol sobre el agua y la Tierra. Este ciclo se repite en periodos de 12 horas (mareas semidiurnas) y de 24 horas (diurnas). Lo normal es que sean mixtas; es decir, que en la misma costa se den los dos tipos de mareas
Para explicar por qué se produce este fenómeno tenemos que remontarnos a la Ley de la Gravedad, descrita por Newton. Según éste, la atracción gravitatoria depende de tres cosas: las masas de dos cuerpos y la distancia que los separa. Demostró que la fuerza es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia. En otras palabras, que la fuerza de la marea depende de la distancia a la que esté el astro. Por eso sólo el Sol y, sobre todo, la Luna (más cercana a nuestro planeta) ejercen esa atracción gravitatoria. Si no hubiera ningún astro alrededor de la Tierra, el nivel de agua no se alteraría.
la marea negra del oceano pacifiko
Ecuador
Puerto Rico
Isla caribeña situada al este de la Republica Dominicana de aproximadamente 100 km por 35km. Posee un clima hermoso, las variaciones de temperatura no son muy significativas. Estas fluctuan entre 75 a 90 grados Fahrenheit. El gentilicio para esta isla es Puertoriqueño, tambien se le dice a sus habitantes Borinqueños, aludiendo a Borinquen (nombre puesto por los indigenas). Su capital es San Juan. Es la esgunda ciudad mas antigua de América. Su poblacion aproximada esta entre los 4 millones de personas y en el exilio unos 2 millones. Su consitucion es tomada de ejemplo y es en cuanto al derecho al ciudadano una contitucion modelo ya que brinda al ciudadano muchos derechos que otras no lo hacen. Esta isla reconocida por sus playas y su hermosa gente ha sido durante lo que se conoce de ella administradas por manos superiores. Nunca ha tenido un momento de independencia, aunque se han echo revluciones para la misma. Revoluciones que terminan en tragedias y en historia.
Puerto Rico es criticada por muchos paises, pero tambien es alagada por otros. En Puerto Rico se goza de libertades que en muchos otros paises los ciudadanos no pueden gozar. Es un echo lamentable que la imagen que tengan de Puerto Rico sea tan erronea. Pues eso da a entender el grado de inmadures que tienen las personas que hacen ese tipo de comentarios. Es en otras palabras una verguenza para la nacion a la que pertenecen.
Si tienen comentarios al respecto escribanme tekken_der@hotmail.com
Puerto Rico
Rep. Dominicana
Una persona que no es gente, no tiene educación ni sentido común, arrogante, y un largo etcetera; pero se cree ser un sabelotodo y autoridad en todos los temas. Una persona que uno hace todo lo posible por evitar y ellos hacen todo lo posible por estar cerca de tí y se mueren por tu aceptación como amistad. Una persona que piensa que hacer lo ridículo es la esencia de ser dominicano.
Existen muchísimos ejemplos de qué es un chopo, pero algunos adicionales son:
A. Un niño coge una botella de cerveza/ron y hace seña de beber, y los adultos lo ven con gracia y dicen "que Dios lo bendiga".
B. Un dominicano que no sabe ni escribir ni hablar. Cuando escribe, por decir ahí escribe hay, por decir ayer escribe aller, etc. Cuando habla, por decir escuela dice ecuela, por decir carne dice caine, etc. Si su vocablo incluye un sin fin número de palabras vulgares.
C. Un dominicano residente en el exterior y piensa que él/ella es lo máximo por el simple hecho de vivir en el exterior. Piensan que están por encima de los dominicanos en la isla, y actúan como si lo fuesen.
D. Las personas que le gustan todos los escándalos como la bachata, el merengue mambo, el Períco Ripiao al estilo Fefita la Grande o Cieguito de Nagua, el reguetón, el rap, etc. También son chopos las personas que oyen música extranjera y en otro idioma (casi siempre en inglés) sin entender dicho idioma.
E. En fin, es una persona inculta, sin principios, sin criterios de moda o cualquier otra cosa, una persona ridícula que cree que es gracioso/sa pero no lo son. Y para el colmo, los chopos desean ser el centro de atención a tal nivel, que dominan la percepción en los extranjeros de lo que es ser dominicano en realidad es un gran bochorno para los verdaderos dominicanos.
Rep. Dominicana
Venezuela
La palabra respeto envuelve una acción humana de convivencia que determina la aceptación de los derechos y deberes del ser humano en su interacción dentro de la sociedad. La palabras que se derivan de ello, respeta, respetemos, respetamos etc, aplica no solo una acción psíquica que determina una posición hacia alguien en su acción o en su condición, sino que toma en cuenta las limitaciones de acción que tiene el individuo frente a lo que se ejerce dicha acción. Para aclarar un poco mas éste panorama que parece un poco confuso, traigo a colación una mala utilización de esta palabra o acción. En el Metro de Caracas entre los mensajes que dan los operadores, se escucha el siguiente mensaje “ Respeta las normas.........” Una norma se acata o no se acata, las leyes se acatan o no se acatan, se tergiversan o se omiten, pero considero que no se irrespeta, a quien se irrespeta al no acatar las normas, es al resto de los usuarios, porque la norma determina el comportamiento humano que debe prevalecer dentro de las instalaciones del Metro de Caracas o de donde se establezcan las normas para poder interactuar con el resto de los usuarios o receptores de las normas. Normalmente, las leyes o normas anticipan un comportamiento humano negativo, a las características del núcleo social donde se aplica, por ejemplo: difícilmente un perro dejaría de entrar frente a un cartel que diga no se admiten animales, un pájaro volaría a su antojo, pero sería reprendido un ser humano que trate de entrar con lo que se considere sea un animal. También se escucha en materia legal y de transito ( exclusiva para los seres humano) “ Respeta la leyes” ¿Cómo se irrespeta una ley?, ¿se ofende o se denigra una ley ? simplemente se desacata, se omite, o se tergiversa, por que dificulto que la letra escrita (Ley) se ofenda si le digo una grosería, cosa distinta que ocurriría si yo le digo una grosería a usted, u ofendo a su familia, ese comportamiento si es considerado un irrespeto, a su integridad como individuo que se desenvuelve en una sociedad. En conclusión podemos decir, que El Respeto es la conducta que asumen los seres humanos frente a las limitaciones que provee los derechos y deberes en su actividad frente a la sociedad donde se desenvuelven. Parmenidez Alvarez.
Se escucha en materia legal y de transito ( exclusiva para los seres humano) “ Respeta la leyes” ¿Cómo se irrespeta una ley?, ¿se ofende o se denigra una ley ? simplemente se desacata, se omite, o se tergiversa, por que dificulto que la letra escrita (Ley) se ofenda si le digo una grosería, cosa distinta que ocurriría si yo le digo una grosería a usted, u ofendo a su familia, ese comportamiento si es considerado un irrespeto, a su integridad como individuo que se desenvuelve en una sociedad.
Venezuela
México
¿Quién es la Chingada? Ante todo, es la madre. No una madre de carne y hueso, sino una figura mítica. La Chingada es una de las representaciones mexicanas de la Maternidad, como la Llorona o la "sufrida madre mexicana" que festejamos el diez de mayo. La Chingada es la madre que ha sufrido, metafórica o realmente, la acción corrosiva e infamante implícita en el verbo que le da nombre. Vale la pena detenerse en el significado de esta voz.
En la Anarquía del lenguaje en la América española, Darío Rubio examina el origen de esta palabra y enumera las significaciones que le prestan casi todos los pueblos hispanoamericanos. Es probable su procedencia azteca: chingaste es xinachtli (semilla de hortaliza) o xinaxtli (aguamiel fermentado). La voz y sus derivados se usan, en casi toda América y en algunas regiones de España, asociados a las bebidas alcohólicas o no: chingaste son los residuos o heces que quedan en el vaso, en Guatemala y El Salvador; en Oaxaca llaman chingaditos a los restos del café; en todo México se llama chínguere o, significativamente, piquete al alcohol; en Chile, Perú y Ecuador la chingana es la taberna; en España chingar equivale a beber mucho, a embriagarse; y en Cuba, un chinguirito es un trago de alcohol.
Chingar también implica la idea de fracaso. En Chile y Argentina se chinga un petardo, "cuando no revienta, se frustra o sale fallido". Y las empresas que fracasan, las fiestas que se aguan, las acciones que no llegan a su término, se chingan. En Colombia, chingarse es llevarse un chasco. En el Plata un vestido desgarrado es un vestido chingado. En casi todas partes chingarse es salir burlado, fracasar. Chingar, asimismo, se emplea en algunas partes de Sudamérica como sinónimo de molestar, zaherir, burlar. Es un verbo agresivo, como puede verse por todas esas significaciones: descolar a los animales, incitar o hurgar a los gallos, chunguear, chasquear, perjudicar, echar a perder, frustrar.
En México los significados de la palabra son innumerables. Es una voz mágica. Basta un cambio de tono, una inflexión apenas, para que el sentido varíe. Hay tantos matices como entonaciones: tantos significados como sentimientos. Se puede ser un chingón, un Gran Chingón (en los negocios, en la política, en el crimen, con las mujeres), un chingaquedito (silencioso, disimulado, urdiendo tramas en la sombra, avanzando cauto para dar el mazazo), un chingoncito. Pero la pluralidad de significaciones no impide que la idea de agresión en todos sus grados, desde el simple de incomodar, picar, zaherir, hasta el de violar, desgarrar y matar se presente siempre como significado último. El verbo denota violencia, salir de sí mismo y penetrar por la fuerza en otro. Y también, herir, rasgar, violar cuerpos, almas, objetos, destruir. Cuando algo se rompe, decimos: "se chingó". Cuando alguien ejecuta un acto desmesurado y contra las reglas, comentamos: "hizo una chingadera".
La idea de romper y de abrir reaparece en casi todas las expresiones. La voz está teñida de sexualidad, pero no es sinónima del acto sexual; se puede chingar a una mujer sin poseerla. Y cuando se alude al acto sexual, la violación o el engaño le prestan un matiz particular. El que chinga jamás lo hace con el consentimiento de la chingada. En suma, chingar es hacer violencia sobre otro. Es un verbo masculino, activo, cruel: pica, hiere, desgarra, mancha. Y provoca una amarga, resentida satisfacción en el que lo ejecuta.
Lo chingado es lo pasivo, lo inerte y abierto, por oposición a lo que chinga, que es activo, agresivo y cerrado. El chingón es el macho, el que abre. La chingada, la hembra, la pasividad pura, inerme ante el exterior. La relación entre ambos es violenta, determinada por el poder cínico del primero y la impotencia de la otra. La idea de violación rige oscuramente todos los significados. La dialéctica de "lo cerrado" y "lo abierto" se cumple así con precisión casi feroz.
El poder mágico de la palabra se intensifica por su carácter prohibido. Nadie la dice en público. Solamente un exceso de cólera, una emoción o el entusiasmo delirante, justifican su expresión franca. Es una voz que sólo se oye entre hombres, o en las grandes fiestas. Al gritarla, rompemos un velo de pudor, de silencio o de hipocresía. Nos manifestamos tales como somos de verdad. Las malas palabras hierven en nuestro interior, como hierven nuestros sentimientos. Cuando salen, lo hacen brusca, brutalmente, en forma de alarido, de reto, de ofensa. Son proyectiles o cuchillos. Desgarran. Los españoles también abusan de las expresiones fuertes. Frente a ellos el mexicano es singularmente pulcro. Pero mientras los españoles se complacen en la blasfemia y la escatología, nosotros nos especializamos en la crueldad y el sadismo. El español es simple: insulta a Dios porque cree en él. La blasfemia, dice Machado, es una oración al revés. El placer que experimentan muchos españoles, incluso algunos de sus más altos poetas, al aludir a los detritus y mezclar la mierda con lo sagrado se parece un poco al de los niños que juegan con lodo.
Hay, además del resentimiento, el gusto por los contrastes, que ha engendrado el estilo barroco y el dramatismo de la gran pintura española. Sólo un español puede hablar con autoridad de Onán y Don Juan. En las expresiones mexicanas, por el contrario, no se advierte la dualidad española simbolizada por la oposición de lo real y lo ideal, los místicos y los pícaros, el Quevedo fúnebre y el escatológico, sino la dicotomía entre lo cerrado y lo abierto. El verbo chingar indica el triunfo de lo cerrado, del macho, del fuerte, sobre lo abierto.
La palabra chingar, con todas estas múltiples significaciones, define gran parte de nuestra vida y califica nuestras relaciones con el resto de nuestros amigos y compatriotas. Para el mexicano la vida es una posibilidad de chingar o de ser chingado. Es decir, de humillar, castigar y ofender. O a la inversa. Esta concepción de la vida social como combate engendra fatalmente la división de la sociedad en fuertes y débiles. Los fuertes los chingones sin escrúpulos, duros e inexorables se rodean de fidelidades ardientes e interesadas. El servilismo ante los poderosos especialmente entre la casta de los "políticos", esto es, de los profesionales de los negocios públicos es una de las deplorables consecuencias de esta situación. Otra, no menos degradante, es la adhesión a las personas y no a los principios. Con frecuencia nuestros políticos confunden los negocios públicos con los privados. No importa. Su riqueza o su influencia en la administración les permite sostener una mesnada que el pueblo llama, muy atinadamente, de "lambiscones" (de lamer).
El verbo chingar maligno, ágil y juguetón como un animal de presa engendra muchas expresiones que hacen de nuestro mundo una selva: hay tigres en los negocios, águilas en las escuelas o en los presidios, leones con los amigos. El soborno se llama "morder". Los burócratas roen sus huesos (los empleos públicos). Y en un mundo de chingones, de relaciones duras, presididas por la violencia y el recelo, en el que nadie se abre ni se raja y todos quieren chingar, las ideas y el trabajo cuentan poco. Lo único que vale es la hombría, el valor personal, capaz de imponerse.
La voz tiene además otro significado, más restringido. Cuando decimos "vete a la Chingada", enviamos a nuestro interlocutor a un espacio lejano, vago e indeterminado. Al país de las cosas rotas, gastadas. País gris, que no está en ninguna parte, inmenso y vacío. Y no sólo por simple asociación fonética lo comparamos a la China, que es también inmensa y remota. La Chingada, a fuerza de uso, de significaciones contrarias y del roce de labios coléricos o entusiasmados, acaba por gastarse, agotar sus contenidos y desaparecer. Es una palabra hueca. No quiere decir nada. Es la nada.
Octavio Paz - Octavio Paz
De El laberinto de la soledad
México
México
¿Quién es la Chingada? Ante todo, es la madre. No una madre de carne y hueso, sino una figura mítica. La Chingada es una de las representaciones mexicanas de la Maternidad, como la Llorona o la "sufrida madre mexicana" que festejamos el diez de mayo. La Chingada es la madre que ha sufrido, metafórica o realmente, la acción corrosiva e infamante implícita en el verbo que le da nombre. Vale la pena detenerse en el significado de esta voz.
En la Anarquía del lenguaje en la América española, Darío Rubio examina el origen de esta palabra y enumera las significaciones que le prestan casi todos los pueblos hispanoamericanos. Es probable su procedencia azteca: chingaste es xinachtli (semilla de hortaliza) o xinaxtli (aguamiel fermentado). La voz y sus derivados se usan, en casi toda América y en algunas regiones de España, asociados a las bebidas alcohólicas o no: chingaste son los residuos o heces que quedan en el vaso, en Guatemala y El Salvador; en Oaxaca llaman chingaditos a los restos del café; en todo México se llama chínguere o, significativamente, piquete al alcohol; en Chile, Perú y Ecuador la chingana es la taberna; en España chingar equivale a beber mucho, a embriagarse; y en Cuba, un chinguirito es un trago de alcohol.
Chingar también implica la idea de fracaso. En Chile y Argentina se chinga un petardo, "cuando no revienta, se frustra o sale fallido". Y las empresas que fracasan, las fiestas que se aguan, las acciones que no llegan a su término, se chingan. En Colombia, chingarse es llevarse un chasco. En el Plata un vestido desgarrado es un vestido chingado. En casi todas partes chingarse es salir burlado, fracasar. Chingar, asimismo, se emplea en algunas partes de Sudamérica como sinónimo de molestar, zaherir, burlar. Es un verbo agresivo, como puede verse por todas esas significaciones: descolar a los animales, incitar o hurgar a los gallos, chunguear, chasquear, perjudicar, echar a perder, frustrar.
En México los significados de la palabra son innumerables. Es una voz mágica. Basta un cambio de tono, una inflexión apenas, para que el sentido varíe. Hay tantos matices como entonaciones: tantos significados como sentimientos. Se puede ser un chingón, un Gran Chingón (en los negocios, en la política, en el crimen, con las mujeres), un chingaquedito (silencioso, disimulado, urdiendo tramas en la sombra, avanzando cauto para dar el mazazo), un chingoncito. Pero la pluralidad de significaciones no impide que la idea de agresión en todos sus grados, desde el simple de incomodar, picar, zaherir, hasta el de violar, desgarrar y matar se presente siempre como significado último. El verbo denota violencia, salir de sí mismo y penetrar por la fuerza en otro. Y también, herir, rasgar, violar cuerpos, almas, objetos, destruir. Cuando algo se rompe, decimos: "se chingó". Cuando alguien ejecuta un acto desmesurado y contra las reglas, comentamos: "hizo una chingadera".
La idea de romper y de abrir reaparece en casi todas las expresiones. La voz está teñida de sexualidad, pero no es sinónima del acto sexual; se puede chingar a una mujer sin poseerla. Y cuando se alude al acto sexual, la violación o el engaño le prestan un matiz particular. El que chinga jamás lo hace con el consentimiento de la chingada. En suma, chingar es hacer violencia sobre otro. Es un verbo masculino, activo, cruel: pica, hiere, desgarra, mancha. Y provoca una amarga, resentida satisfacción en el que lo ejecuta.
Lo chingado es lo pasivo, lo inerte y abierto, por oposición a lo que chinga, que es activo, agresivo y cerrado. El chingón es el macho, el que abre. La chingada, la hembra, la pasividad pura, inerme ante el exterior. La relación entre ambos es violenta, determinada por el poder cínico del primero y la impotencia de la otra. La idea de violación rige oscuramente todos los significados. La dialéctica de "lo cerrado" y "lo abierto" se cumple así con precisión casi feroz.
El poder mágico de la palabra se intensifica por su carácter prohibido. Nadie la dice en público. Solamente un exceso de cólera, una emoción o el entusiasmo delirante, justifican su expresión franca. Es una voz que sólo se oye entre hombres, o en las grandes fiestas. Al gritarla, rompemos un velo de pudor, de silencio o de hipocresía. Nos manifestamos tales como somos de verdad. Las malas palabras hierven en nuestro interior, como hierven nuestros sentimientos. Cuando salen, lo hacen brusca, brutalmente, en forma de alarido, de reto, de ofensa. Son proyectiles o cuchillos. Desgarran. Los españoles también abusan de las expresiones fuertes. Frente a ellos el mexicano es singularmente pulcro. Pero mientras los españoles se complacen en la blasfemia y la escatología, nosotros nos especializamos en la crueldad y el sadismo. El español es simple: insulta a Dios porque cree en él. La blasfemia, dice Machado, es una oración al revés. El placer que experimentan muchos españoles, incluso algunos de sus más altos poetas, al aludir a los detritus y mezclar la mierda con lo sagrado se parece un poco al de los niños que juegan con lodo.
Hay, además del resentimiento, el gusto por los contrastes, que ha engendrado el estilo barroco y el dramatismo de la gran pintura española. Sólo un español puede hablar con autoridad de Onán y Don Juan. En las expresiones mexicanas, por el contrario, no se advierte la dualidad española simbolizada por la oposición de lo real y lo ideal, los místicos y los pícaros, el Quevedo fúnebre y el escatológico, sino la dicotomía entre lo cerrado y lo abierto. El verbo chingar indica el triunfo de lo cerrado, del macho, del fuerte, sobre lo abierto.
La palabra chingar, con todas estas múltiples significaciones, define gran parte de nuestra vida y califica nuestras relaciones con el resto de nuestros amigos y compatriotas. Para el mexicano la vida es una posibilidad de chingar o de ser chingado. Es decir, de humillar, castigar y ofender. O a la inversa. Esta concepción de la vida social como combate engendra fatalmente la división de la sociedad en fuertes y débiles. Los fuertes los chingones sin escrúpulos, duros e inexorables se rodean de fidelidades ardientes e interesadas. El servilismo ante los poderosos especialmente entre la casta de los "políticos", esto es, de los profesionales de los negocios públicos es una de las deplorables consecuencias de esta situación. Otra, no menos degradante, es la adhesión a las personas y no a los principios. Con frecuencia nuestros políticos confunden los negocios públicos con los privados. No importa. Su riqueza o su influencia en la administración les permite sostener una mesnada que el pueblo llama, muy atinadamente, de "lambiscones" (de lamer).
El verbo chingar maligno, ágil y juguetón como un animal de presa engendra muchas expresiones que hacen de nuestro mundo una selva: hay tigres en los negocios, águilas en las escuelas o en los presidios, leones con los amigos. El soborno se llama "morder". Los burócratas roen sus huesos (los empleos públicos). Y en un mundo de chingones, de relaciones duras, presididas por la violencia y el recelo, en el que nadie se abre ni se raja y todos quieren chingar, las ideas y el trabajo cuentan poco. Lo único que vale es la hombría, el valor personal, capaz de imponerse.
La voz tiene además otro significado, más restringido. Cuando decimos "vete a la Chingada", enviamos a nuestro interlocutor a un espacio lejano, vago e indeterminado. Al país de las cosas rotas, gastadas. País gris, que no está en ninguna parte, inmenso y vacío. Y no sólo por simple asociación fonética lo comparamos a la China, que es también inmensa y remota. La Chingada, a fuerza de uso, de significaciones contrarias y del roce de labios coléricos o entusiasmados, acaba por gastarse, agotar sus contenidos y desaparecer. Es una palabra hueca. No quiere decir nada. Es la nada.
Octavio Paz - Octavio Paz
De El laberinto de la soledad
DENOTANDO FRAUDE - Me chingaron
ROBO - Me (la/lo) chingaron
IGNORANCIA - Sepa la chingada
AMENAZA - Te voy a chingar
PRESUMIR - Soy el más chingón
DISTANCIA - Hasta la chingada
DESPRECIO - Vales para pura chingada
CELOS - Con quién chingados estabas?
INCONFORMIDAD - Son chingaderas!! Ya ni la chingan...
PETICION - Vete a la chingada
CALIFICATIVO - Chingaquedito
HOSTILIDAD - Y tú quién chingados eres??
FRUSTRACION - Ah que bien chingas!!!
TERMINAL - Ese ya chingó a su madre
INCERTIDUMBRE - Y no nos irán a chingar??
ORDEN- chingatelo
CERTEZA - Ya nos chingaron
ADVERTENCIA - Síguele y te va a cargar la chingada
INCOMPETENCIA - No sé que chingados hacer.
DISCRECION - Chingao
ENOJO - Que vaya y rechingue a su madre
COMPASION - Que fea chinga le metieron
TRIUNFALISMO - Ya chingué
DERROTISMO - Me chingué
HUMORISMO - Está bien que chingues pero... a tu madre la respetas!!!
DESPEDIDA - Vámonos a la chingada
CHISME - ¿Supiste a quién se chingaron ayer??
ADMIRACION - Tá chingón!!!!
ANTIMODERNISTA - Que chinguita con los celulares
INCREDULIDAD - Ah!! chingá, chingá, chingá!....
ABURRIMIENTO - Pos ah, que la chingada
DENOTANDO UN ERROR - Está de la chingada
México